Certificaciones

Uno de nuestros principales objetivos es ayudar a eliminar el intrusismo en el sector del corte de jamón. Está claro, que no es lo mismo un cortador para eventos, que un cortador para una empresa de loncheado y distribución, pero lo que sí tenemos claro es que tiene que cumplir unos requisitos mínimos para que se pueda considerar profesional.

Como es lógico la base es que sienta pasión por lo que hace y por lo tanto, hacia el producto que nos atañe el jamón y en especial el jamón ibérico.

Tras este concepto un poco abstracto, que por supuesto no es un criterio medible de manera objetiva, Proham se ha puesto en contacto con varias asociaciones, productores, expertos para analizar cuáles son los parámetros necesarios para ser un cortador y cómo evaluarlos de manera objetiva.

Lo cierto es que hemos detectado cierta controversia, sobre todo al detectar que una parte de los cortadores preferían solamente el apartado del corte, al final entendemos que es solo una parte importante del oficio, pero se ha decidido que es necesario todas las áreas que han quedado fijadas en la certificación de Proham.

Áreas

Conocimiento del producto

Presentación y comercialización

Cata o análisis sensorial y prescripción

Corte y aprovechamiento

Proham analizando los datos aportados por los expertos ha establecido los parámetros, conocimientos y cualificaciones que debe poseer un cortador profesional.

Una vez definidos ha creado un sistema de evaluación de manera objetiva, diseñando unas pruebas de evaluación con unos ítems muy bien establecidos que nos permite evaluar cada área, tanto de manera práctica como teórica.

Entendemos que la certificación es difícil y que no se puede disponer del tiempo necesario para conseguirla a corto plazo, por lo que establecemos la posibilidad de obtenerla de manera parcial por áreas, y de este modo compaginarlo con la situación laboral de los candidatos.

Proham establece convocatorias periódicas, tanto de las áreas como de la certificación total y en esta certificación sí que se ha ponderado las destrezas de corte bastante más que los conocimientos, ya que se pondera un 50% la prueba de corte y aprovechamiento, en la cual cada candidato debe realizar el corte de una pieza desde su inicio hasta su finalización, superando los parámetros marcados por Proham.